La
distonía es un trastorno del movimiento debido al cual las contracciones
de los músculos son origen de movimientos involuntarios, torceduras
o posturas consideradas anormales.
Estos
movimientos pueden llegar a ser muy dolorosos pueden estar afectando a
un solo músculo o bien a un grupo de músculos. De esta manera
es normal que la distonía se muestre afectando a los brazos, las
piernas o incluso a todo el cuerpo.
Aunque se supone que la causa de la distonía se encuentra en una
zona del cerebro no hay razón para que esté unida a algún
tipo de deficiencia mental.
En concreto la zona del cerebro que se relaciona con este padecimiento
es el ganglio basal. En esa zona es donde se van a procesar las reacciones
que tendrán como consecuencia las contracciones de los músculos.
Aunque realmente no se conoce el origen cierto de la enfermedad y su manera
de desarrollarse lo que si se supone es que en aquellas personas que padecen
distonía es probable que sus neurotransmisores no realicen de manera
correcta el proceso de comunicación de las neuronas y por lo tanto
se ocasionen todos esos movimientos no deseados.
Siempre resultará acertado que la persona que padece distonía
sepa afrontar su padecimiento desde el punto de vista de la no aceptación
social que tendrá ya que en muchos casos el daño emocional
puede ser considerable. El apoyo psicológico en estos casos puede
ser por lo tanto recomendable o incluso necesario para afrontar con mejores
perspectivas este padecimiento.
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