A
diferencia de las luxaciones
cuando los huesos que forman una articulación se desplazan de su
posición pero al momento vuelven a su sitio se produce un esguince.
Aunque el hueso vuelva de nuevo a su posición correcta durante
el instante que ha estado fuera de lugar se ha producido un estiramiento
excesivo de los ligamentos y probablemente se hayan roto vasos sanguíneos
con lo cual la hinchazón y el dolor va a ser inevitable.
Siempre que se produzca un esguince es aconsejable elevar la articulación
dañada por encima del nivel del cuerpo para que de esa manera se
pueda reducir lo máximo posible la hinchazón.
Se debe de permitir que los ligamentos dañados se curen así
que es aconsejable no forzar la articulación y a ser posible que
esté en completo reposo.
Las compresas frías también son de gran ayuda en el caso
de que se produzca un esguince.
Se pueden utilizar también vendas que compriman la zona.
Lo aconsejable en cualquier caso es que se consulte al médico y
sea éste quien decida cómo se ha de actuar.
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