Siempre
es aconsejable medirse la presión sanguínea con cierta regularidad
para poder detectar cualquier anormalidad.
Cuando usted mismo o su médico le mide la presión sanguínea
obtiene dos valores: la presión sanguínea sistólica
y la presión sanguínea diastólica.
La presión sistólica hacer referencia a la presión
del corazón cuando bombea la sangre hacia los vasos sanguíneos.
La presión diastólica sin embargo hace referencia a la presión
de los vasos cuando el corazón está en reposo.
La medida más importante es la de la presión diastólica
ya que informa sobre el estado en el que se encuentran los vasos sanguíneos.
Aunque no se puede dar un valor fijo como normal si que se puede obtener
un valor acertado teniendo en cuenta que la presión diastólica
tendrá que estar cercana a la suma de 100 más su edad, y
la presión diastólica debería de tener un máximo
de 95.
No siempre va a ser necesario recurrir a medicamentos cuando por ejemplo
se produce un ligero aumento de la presión sanguínea ya
que se puede intentar reducir peso o tomar diuréticos, la reducción
del consumo de sal también puede ser de ayuda.
Es recomendable que los problemas de tensión sanguínea,
en especial en los casos en que ésta es más elevada de lo
deseable, sean tratados por su médico con un seguimiento periódico.
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