La
psoriasis es una enfermedad crónica de la piel que se manifiesta
por escamación e inflamación. Esta enfermedad está
relacionada con procesos autoinmunes y su estado se ve empeorado cuando
se asocia a periodos de estrés, situaciones emocionales negativas,
mala alimentación y a la obesidad.
La
enfermedad es todavía desconocida en cuanto a sus orígenes
aunque se sabe que no es contagiosa. Suele aparecer en cualquier momento
de la vida de una persona aunque lo más común es que se
presente en la etapa más joven.
Actualmente no se puede llegar a la curación de la psoriasis por
esto la línea de actuación se centra en mitigar los efectos
de dicha enfermedad.
Como recomendaciones que pueden ayudar a mejorar el estado de la enfermedad
se recomienda que las zonas con psoriasis no se cubran sino que se dejen
al aire, tomar el sol con moderación también es recomendable,
los baños termales con lodos suelen tener buenos resultados y la
aplicación de cremas hidratantes también está muy
recomendado.
Las zonas del cuerpo que se suelen ver afectadas son los codos, las manos,
los pies, la cara, el cuero cabelludo, etc.
Los tipos de psoriasis que podemos encontrar son:
Psoriasis guttatta que aparece en forma de pequeños puntos en brazos,
piernas y tronco. Suele desaparecer por si sola.
Psoriasis en placas que es la forma más común de la enfermedad.
La piel se ve enrojecida y cubierta de escamas blancas.
Psoriasis palmo plantar que puede conducir a la formación de callosidades
y fisuras.
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