La
amigdalitis es la inflamación de los ganglios linfáticos que
tenemos en la zona superior de la garganta. Esta inflamación
puede estar causada por virus o bacterias que ocasionan una infección
y que por lo general no sólo producen amigdalitis sino que también
puede originar una faringitis.
Los síntomas que suelen acompañar a la amigdalitis, también
conocida simplemente como anginas, son un dolor intenso en esa zona de la
garganta llegando a resulta doloroso incluso tragar saliba, la fiebre también
suele aparecer debido a la infección, si se observan las amígdalas
se podrá ver que están inflamadas, de color rojizo y pueden
presentar placas de color blanco de pus.
El tratamiento de la amigdalitis es por lo general mediante antibióticos
aunque en el caso de que no puedan utilizarse es aconsejable guardar cama
para que el organismo pueda recuperarse en el menor tiempo posible, las
gárgaras con agua templada con sal también son beneficiosas,
o la aplicación externa de cataplasmas de arcilla verde, o incluso
la utilización de una venda impregnada en alcohol que se recubre
con un plástico para evitar su rápida evaporación.
En los casos en los que se producen continuos ataques de amigdalitis y ésta
suele responder mal al tratamiento con antibióticos puede aconsejarse
que se extirpen las amígdalas.
No existen tampoco remedios que eviten su aparición sin embargo si
una persona es propensa a padecer esta inflamación de las amígdalas
si que debería evitar tener un contacto cercano con personas que
padezcan amigdalitis ya que el contagio es muy probable.
Si este padecimiento se complica con una faringitis muy intensa o con fiebre
alta o le resulta prácticamente imposible tomar líquidos debería
de acudir al servicio médico con la mayor brevedad. |
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