El
mal aliento es un síntoma de muchas enfermedades que no tienen
por qué tener algo en común entre ellas, por ejemplo podría
ser producido por enfermedades de garganta, estómago, esófago,
etc.
La diabetes también puede estar en el origen de un mal olor característico.
Es un error intentar enmascarar el mal aliento con la utilización
de pastas dentales o enjuagues, o con caramelos.
Lo importante en cada caso es descubrir cual es la causa de ese mal aliento
para combatir el problema en su raíz.
Por lo general el mal aliento suele tener como origen una incorrecta higiene
bucal. Si se tienen caries y no se realiza a diario una correcta limpieza
de los dientes será casi seguro que antes o después aparecerá
el mal olor.
Cepille sus dientes después de cada comida y emplee seda dental
para la limpieza de los espacios entre los dientes.
Si tiene dientes o muelas con caries acuda a su dentista y repare esas
piezas para que no vuelvan a ser foco de mal olor e incluso de infecciones.
Si el motivo del mal olor no se encuentra en los dientes o en las encías
se debe de consultar a un médico para que sea éste quien
decida qué tratamiento debería de ser el más acertado.
En cualquier caso recuerde que la limpieza de sus dientes debe de ser
un asunto diario.
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