Se trata de una enfermedad mental caracterizada por un temor desmedido a los demás, hacia los cuales se siente una gran desconfianza.
Por lo general la paranoia aparece en personas adultas aunque se considera que su origen puede estar en la infancia.
Las personas paranoicas recurren a echar siempre la culpa a los demás de todo lo malo que puede pasarles. Su temor suele ser tan acusado que pueden llegar a estar impedidas por completo para realizar cualquier tarea, ya sea salir a la calle, ir de compras o al centro de trabajo. Por esta razón la paranoia puede causar serios problemas a la persona afectada ya que su vida social se reduce de manera drástica y la pérdida del trabajo puede conducir a situaciones realmente complicadas de mantener.
Dependiendo de la manifestación de la paranoia podemos encontrar casos particulares como los delirios de persecución, la celotipia que aparece como dudas sobre la fidelidad de la pareja, los delirios de grandeza, los delirios somáticos, etc.
Siempre que se padece algún tipo de paranoia es necesario recurrir a un psiquiatra para abordar el problema y plantear una solución mediante la toma de fármacos. En los casos de tratamiento precoz las perspectivas siempre son buenas produciéndose una mejoría notable.