Blog dedicado a la salud y las enfermedades

Carnes (parte I)

24 August, 2009

Carne de vaca
Aún siendo magra, la carne vacuna contiene un porcentaje de grasa saturada que no se puede quitar porque es intramuscular. Las carnes vacunas son ricas en proteínas, alrededor del 20%, pero además contiene grasas, del 2 al 20% según el corte elegido, minerales como hierro, sodio, fósforo, potasio, vitaminas A, B1, B2, B5, B6, B12, y las conocidas sustancias extractivas, tales como el ácido láctico, maltosa, purinas, pirimidinas, creatina y creatinina. Estas sustancias deben ser neutralizadas por el organismo.
Además como la carne es muy rica en proteínas y en purinas, tiene la propiedad de estimular la digestión a través del olfato.
El alto contenido de purinas, que son sustancias extractivas nitrogenadas no proteicas, aumenta la secreción de ácido clorhídrico. Esta abundancia de ácido es necesaria para que se disuelvan las fibras musculares, previo ablandamiento del tejido conectivo.
Cuanto menor tenor graso, más rápida es su digestión. Las carnes cocidas al calor seco y con productos de tostación son más difíciles de digerir; por un lado tarda más su digestión y por el otro aumenta la secreción de jugos gástricos. De allí, que en caso de padecer problemas gástricos, la cocción al horno es más beneficiosa antes que la plancha o las brasas.
Las carnes por ser fibras musculares, son de difícil disgregación en el sistema digestivo. Si una vez digerida permanece mucho tiempo en el intestino sufre un proceso de putrefacción y estimula el crecimiento de la flora patógena; por lo tanto, es importante controlar su consumo, así como el buen funcionamiento intestinal. Si se sufre de estreñimiento crónico, gastritis o trastornos hepáticos, vesiculares o circulatorios es aconsejable disminuir su ingesta o prescindir de ella.
La carne vacuna es un alimento rico en nutrientes, buena fuente de proteínas y hierro, de difícil digestión, que deja residuos ácidos en el organismo, y del cual no debe abusarse, por ello es recomendable consumir carne vacuno junto con verduras crudas ya que contrarrestan los residuos ácidos del organismo.
Al contener grasas saturadas, aumenta el riesgo de padecer enfermedades coronarias, mala circulación, estreñimiento y aumento de grasas en la sangre, entre ellas el colesterol.
Es aconsejable consumir pocas carnes rojas, siempre acompañadas por vegetales crudos, como para equilibrar el residuo ácido que dejan en el medio interno, y que, si no puede eliminarse sedimenta los tejidos, produciendo con el correr de los años distintas enfermedades. En caso de no consumir carnes, lo ideal es ingerir huevo, soja, legumbres, cereales, semillas, frutas secas y levadura de cerveza en polvo virgen.

Publique su comentario

Usted debe de registrarse para escribir un comentario.