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Complementos nutricionales que refuerzan la alimentación (parte II)

26 August, 2009

Polen
El polen es un polvillo producido por los órganos masculinos de las plantas mezclados con las secreciones de las abejas.
Aporta alto porcentaje de hidratos de carbono, fuente de energía, proteínas indispensables para el buen funcionamiento del organismo, vitaminas (grupo B, C, y provitamina A).
Su aporte en vitaminas favorece el crecimiento y la vitamina B equilibra el sistema nervioso central.
También provee minerales como potasio, magnesio, hierro, azufre, fósforo, silicio, cobre, entre otros.
El polen es muy útil además, porque previene los problemas de la piel, la anemia, y también ayuda a combatir la pérdida de memoria, el cansancio intelectual y aumenta el vigor muscular.
Además es un efectivo regulador intestinal: tanto del estreñimiento como de la diarrea.
Se pueden consumir entre 1 y 2 cucharaditas al día, sin embargo su consumo dependerá del desgaste físico y mental que al que esté sometida la persona. Se puede mezclar con yogur, frutas, y jugos.

 

Lecitina de soja
Se obtiene por un procedimiento especial de las semillas de soja. La lecitina existe de forma natural en nuestro cuerpo.
El cuerpo humano puede producir la lecitina cuando la dieta contiene componentes adecuados (cereales integrales, aceites no refinados y prensados en frío, huevo, frutos secos, germen de trigo, hígados…)
La lecitina es un complemento dietético que pertenece a un grupo de sustancias semejantes a las grasas, denominados fosfolípidos. Estos ayudan a mantener en suspensión el colesterol presente en la sangre, impidiendo que se deposite en las paredes arteriales y venosas. La lecitina aporta antioxidantes importantes: la vitamina E y fósforo.

Además, la lecitina previene la fatiga física y mental y complementa una dieta insuficiente en los componentes que necesita el hígado para producir la lecitina y en la prevención del inicio de las condiciones que provocan estrechamiento y endurecimiento de las arterias a causa de los depósitos de grasa, especialmente de colesterol.
Se puede tomar en las comidas o bien antes de ellas para preparar la digestión.

Semillas de sésamo

Siempre ricas y llenas de calcio, las semillas de sésamo proveen ácidos grasos de buena calidad y su aporte en lecitina (supera en cantidad a la soja) ayuda a reducir y controlar los niveles de colesterol, contiene proteínas e hidratos de carbono y otras sustancias como la sesamina y el sesamol que le proporciona propiedades antioxidantes, ideal para ayudar a combatir los radicales libres que producen el envejecimiento celular.
Contiene vitaminas del grupo B y E, hierro, fósforo, magnesio, cobre y cromo. Colabora a mejorar la rigidez de las articulaciones.
Es muy aconsejable durante el embarazo y la menopausia por su gran aporte de calcio, además previene la infertilidad masculina por su aporte de zinc. Se puede consumir en panes y de igual forma que los complementos nutricionales antes descriptos.

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