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La ginecología infantojuvenil tiene distintas estrategias de manejo que la hacen diferente a la ginecología general (la de las adultas). Esto se debe al poco hábito o manejo del pudor de pediatras y ginecólogos de experiencia en el trato con pacientes en estas etapas del desarrollo.
Esta rama de la ginecología abarca el estudio y el tratamiento de afecciones ginecológicas y urogenitales; desde la etapa prenatal, abarcando todas las etapas de la infancia y la adolescencia, es decir, hasta los 20 años aproximadamente.
Para la capacitación de esta especialidad se requiere el estudio del crecimiento y desarrollo en detalle, así como de endocrinología infantil, ginecología general e infantil, adolescencia, pediatría, nutrición, genética…Pero luego la consigna es poder realizar interdisciplina con áreas como infectología, trabajo social, cirugía, pediatría…etc.
La ginecología infantojuvenil, es muy amplia, según las etapas de la vida. En el caso de los adolescentes, el motivo de consulta y el abordaje será dado por la etapa adolescente cursante.
En la evaluación física los especialistas pueden encontrar labios menores hipertrofiados o de mayor tamaño; presencia de asimetría mamaria; inflamación vulvar por higiene inadecuada; imperforación himeneal, presencia de tabiques himeneales o vaginales, malformaciones genito urinarias, presencia de úteros dobles con falta de vagina y trompas y ovarios presentes….
Otras veces en una niña que consulta por alteraciones del ciclo menstrual y tiene baja talla se deben descartar enfermedades genéticas como es el Síndrome de Turner u otras.
Siempre se evalúa a la paciente ginecológica con enfoque global y bio-psico-social. El abordaje comienza con un interrogatorio a ella a su mamá si es que la paciente desea que la misma este presente en la consulta. En esa charla se hablan sobre cuestiones de embarazo, parto, enfermedades anteriores, la alimentación de la paciente, sus actividades y demás.
Con respecto al examen clínico siempre esta pautado con la paciente en que va a consistir: determinación de peso y talla, registro de tensión arterial y exámenes rutinarios para, finalmente, “mirar” si la vulva o genitales externos son normales.
Previo al examen clínico ginecológico, se realizan dibujos y diagramas que ayudan a la paciente a entender mejor su cuerpo y que es lo que va a observar el especialista.
También se explica que a continuación del útero se adhiere la vagina y que la vagina sirve entre otras cosas para comunicar a los genitales internos con los externos, donde se encuentra el himen, una membrana de tejido que presenta un orificio y éste se pone en comunicación con vagina/útero.
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