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Los especialistas detectaron conflictos afectivos distintos a los conocidos.
Edipo, Electra y narciso eran las denominaciones de fantasía de tres complejos emocionales que ya forman parte del saber popular; el deseo del niño hacia la madre, de la niña hacia el padre o hacia sí mismo eran las formas básicas de conflictos afectivos que las personas que los sufrían debían trabajar duramente toda su vida para superarlos. Sin embargo, desde EE.UU., una nueva corriente de psicólogos ha establecido un paralelismo entre los personajes emblemáticos de los cuentos infantiles y los nuevos complejos que obstaculizan el desarrollo personal y la formación de vínculos con lo demás.
Aunque los personajes de los cuentos sean masculinos o femeninos, es importante aclarar que también hay cenicientos y mujeres que sueñan con ser Peter Pan.
Según el aporte del grupo psicológico estadounidense, existe el complejo de cenicienta, complejo de Peter Pan, Complejo de Caperucita, Complejo de Patito Feo, y complejo de la Bella y la Bestia.
• Complejo de Cenicienta:
Bajo el lema “En la vida solo quiero un hombre para casarme”
Historia clínica: hasta hace un tiempo estaba orgullosa de su independencia, consiguió algunos logros laborales y se independizó económicamente. Pero le cuesta formar una pareja estable la cual pueda proyectar y, muchas veces, cree que su autonomía la hizo menos atractiva y femenina. Ahora, desearía ser una cenicienta, con un príncipe que la cuide, que le de seguridad y que sea el sostén económico de la casa. Por eso, con los hombres con los que se relaciona, busca señales de que ese vínculo sea “hasta que la muerte los separe”. Y a veces se siente frustrada.
Antídoto: aprender a reconocer sus propios méritos y disfrutarlos. Debe reforzar su autoestima, reducir su nivel de dependencia afectiva del entorno y valorar su esfuerzo y capacidad de trabajo.
• Complejo de Peter Pan:
Bajo el lema “nunca dejé de ser un chico… y me encanta que sea así”
Historia clínica: Paso la barrera de los 35 años pero su grado de madurez no representa la edad biológica; sigue yendo a ámbitos nocturnos cuasi-adolescentes e intenta contactos con jovencitos/as que le llevan más de una década, por que, cuando se encuentra con alguien de su edad que intenta establecer ciertas responsabilidades en la relación huye inmediatamente. Se ha rodeado de buenos amigos y familiares “soluciona todo”, que lo ayudan a salir de los problemas; empezó un montón de cosas, pero no llego a puerto con ninguna. Ahora no sabe muy bien que quiere, pero eso es lo que menos le importa, por que lo importante es que es divertido/a.
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