Las
malas digestiones suelen ser más habituales de lo que se supone
ya que afectan a la mayoría de la población en varios momentos
de su vida. Ya no es cuestión de que un día se abuse con
una comida más abundante de lo habitual sino que en determinados
momentos, por diferentes razones, podemos sentir una sensación
de plenitud en la zona del estomago, ardores, pesadez, náuseas,
y nulas ganas de volver a comer durante todo el día.
En esos casos, que son puntuales y ajenos a otras enfermedades, lo más
recomendable es actuar de manera natural para aliviar la indigestión.
Si entendemos que no es nada grave entonces podremos solucionarlo o aliviarlo
tomando el zumo de un limón que podemos acompañar con una
infusión de menta poleo. Lo que vamos a conseguir es que se produzca
una mayor secreción por parte del hígado y se acelere la
digestión.
Si nuestro problema es que las malas digestiones o la pesadez de estoma
se prolonga durante días, entonces es muy aconsejable tomar de
manera diaria, desde la mañana a la noche, varias infusiones que
pueden ser de manzanilla, menta poleo, diente de león,.. el romero
también es muy favorable para el hígado.
En todos estos casos es aconsejable no cenar más tarde de las nueve
de la noche y siempre de manera ligera.
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