Sintomas y remedios

Muchos son los alimentos que forman parte de nuestra dieta y que nos aportan beneficios de indudable valor. Este sería el caso, por ejemplo, de las aceitunas que se incluyen en la conocida dieta mediterránea por el conjunto de nutrientes que poseen.

Así, por ejemplo, comer este producto supondrá que contribuyamos a reducir de manera palpable el conocido “colesterol malo” y es que cuenta con un importante nivel de grasas como el ácido oleico que mantiene a raya a aquel. Y eso sin olvidar que las mismas ayudan a fortalecer los vasos sanguíneos y a prevenir la posible aparición de trombos.

De la misma forma, el consumo de aceitunas supondrá que estemos previniendo enfermedades de las llamadas degenerativas y es que cuentan con importantes niveles de vitamina E que es la que contribuye a evitar el envejecimiento precoz y también el cáncer.

Otro de los usos más frecuentes que se le han dado a las aceitunas durante los años ha sido el de actuar como antiinflamatorio. Y es que las mismas ayudan a aliviar el dolor y a reducir la inflamación.

Para calmar el apetito y para evitar las grandes pérdidas que trae consigo la sudoración son otras de las funciones que se le dan a este producto natural, sabroso y económico.

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