Sintomas y remedios

Una desviación de la columna vertebral. De esta manera tan sencilla es como podemos definir lo que es la escoliosis, una enfermedad que puede tener varias causas siendo las más importantes la de tipo congénito, las que se producen por culpa de patologías neuromusculares o las de causa idiopática.

Entre los síntomas más frecuentes que pueden dar a conocer que alguien padece aquella se encuentran tanto problemas de reflejos como una prominencia de lo que son las costillas pasando también por desigualdad de tamaño en piernas o caderas. Y todo ello sin olvidar tampoco que también puede producirse una palpable desigualdad en lo que es la musculatura de la citada columna.

Una vez conocidas sus causas y sus principales síntomas, tenemos que subrayar que la escoliosis se puede dividir en varios tipos:

• Congénita. Es aquella que se produce como consecuencia de un conjunto de malformaciones vertebrales en el nacimiento.
• Neuromuscular. Alteraciones en lo que son los músculos y de clase neurológica son las que dan lugar a esta escoliosis que puede producir tanto parálisis como debilidad en el tronco del cuerpo.
• Idiopática. Esta es la clase que más frecuentemente tiene lugar y se caracteriza porque se desconocen las causas que la originan. Puede a su vez dividirse en tres tipos diferentes en función de la edad que tiene el paciente cuando es diagnosticada: infantil, que es la que se produce hasta los 3 años; la juvenil que engloba de los 4 a los 9 años; y la del adolescente.

La fisioterapia, el uso de un corsé de tipo dorsolumbar o la propia cirugía son los tres tratamientos que existen en la actualidad para corregir dicha desviación de la columna y se usan en base a la gravedad de la misma.

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