Esta
enfermedad no sólo es propia del ser humano sino que también
se puede encontrar bajo formas similares en otros animales.
El contagio de animales a personas se suele producir por la manipulación
de ganado contaminado ya sea a través de heridas o por las mucosas.
El consumo de leche o de carnes poco cocinadas también puede ser
otra fuente de contagio.
Los síntomas de la brucelosis son la fiebre que se eleva durante
la noche y se reduce durante el día, dolores de cabeza, inflamación
de ganglios, o incluso neumonía.
El tratamiento de la brucelosis puede necesitar de varios meses y en el
mismo suele emplearse una combinación de antibióticos y
tetraciclinas.
Esta enfermedad suele encontrarse con mayor frecuencia en países
subdesarrollados y casi siempre asociada al medio rural, en personas que
tienen que manejar ganado que padece la enfermedad.
Para poder prevenirla es sumamente aconsejable consumir leche pasteurizada
o en su caso hervir la leche un par de veces, además consumir cualquier
carne muy hecha y en ningún caso manipular animales sin las debidas
medidas higiénicas.
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