La
bulimia es un trastorno mental relacionado con episodios en los cuales
una persona decide darse atracones compulsivos de comida de tal manera
que en un par de horas ha podido comer mucho más de lo que comería
cualquier persona incluso en un estado de hambre intensa.
La ingesta masiva de estos alimentos va seguida de una sensación
de vergüenza y culpabilidad a pesar de que por lo general la persona
que padece bulimia tiende a darse los atracones a escondidas o procurando
que nadie se dé cuenta de los mismos.
Para evitar que esa alimentación descontrolada pueda tener como
consecuencia el aumento de peso, sobre todo porque esos atracones suelen
ser de alimentos muy calóricos como los dulces, la persona con
bulimia vomita o utiliza laxantes, o se dedica a hacer deporte de manera
muy intensa. Todo esto consigue rebajar el nivel de culpabilidad.
Así la bulimia se podría clasificar en purgativa cuando
se vomita o se toman laxantes, diuréticos o se hace uso de enemas,
y la bulimia no purgativa cuando se recurre al ejercicio físico
o al ayuno.
Las consecuencias para el organismo de la bulimia pueden ser: arritmias,
rotura gástrica o esofágica, alteraciones menstruales, deshidratación,
niveles bajos de potasio en sangre, aumento o bajada de peso de manera
brusca, aumento de tamaño de la glándula salivar.
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