La
cromoterapia consiste en la utilización de los colores para conseguir
que el cuerpo recobre el equilibrio perdido. Esta técnica se basa
en la estimulación de diferentes zonas del cerebro gracias a la
diferente longitud de onda de cada color.
Cada color tiene por lo tanto un efecto diferente en nuestro organismo.
El
color rojo mejora la fuerza de voluntad y ayuda al restablecimiento de
la salud después de haber pasado por alguna enfermedad.
El color amarillo es de ayuda en la superación de depresiones e
igualmente sirve para la relajación de los músculos.
El color verde nos libera de las tensiones y agresividad, y favorece los
procesos de desintoxicación de nuestro organismo.
El color naraja está relacionado con la vitalidad y por lo tanto
mejora el ánimo, también sirve para revitalizar en caso
de agotamiento nervioso.
El color violeta estimula la comunicación y alivia las inflamaciones.
El color azul se utiliza cuando se intenta superar algún tipo de
complejo y también cuando no resulta fácil conciliar el
sueño.
El color negro permite aliviar los dolores.
El color blanco ayuda en el fortalecimiento del sistema inmune.
La utilización de estos colores puede realizarse mediante lámparas
con filtros o bien utilizando ropa del color indicado o pintando las paredes
de nuestra vivienda.
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