La
gastritis se define como la inflamación de la cámara gástrica.
La mucosa gástrica se encuentra enrojecida y puede llegar a conducir
al sangrado por daño en esta mucosa.
La
gastritis puede estar causada por multitud de enfermedades y puede tener
a su vez origen en costumbres alimenticias incorrectas y en cualquier caso
dañinas. El abuso de alcohol puede causar gastritis y la toma de
ciertos medicamentos también puede conducir a la inflamación
de esta mucosa gástrica por esto mismo cuando se recomienda el uso
de aspirinas y de otros analagésicos potentes, por ejemplo en padecimientos
como la artrosis o cualesquiera otros que cursan con dolor, siempre se aconseja
tomarlos sin que el estómago esté vacio e incluso añadiendo
algún protector de la mucosa.
La forma segura de realizar un diagnóstico de la gastritis es mediante
una endoscopia aunque los síntomas pueden orientar fácilmente
hacia esta enfermedad: la sensación de ardor, el dolor estomacal,
las náuseas, la sensación de acidez de estómago o incluso
el reflujo gastroesofágico suelen orientar hacia una gastritis.
La manera de tratar y curar una gastritis suele pasar siempre por una revisión
de cuáles son los hábitos alimenticios del enfermo.
Alimentos muy irritantes suelen causar daño gástrico como
por ejemplo las comidas muy picantes, en estos casos es mejor recurrir durante
un tiempo a la toma de alimentos como el puré de patatas. También
deben eliminarse las bebidas alcohólicas o como mucho reducirlas
a la toma de un vaso de vino durante las comidas pero nunca en ayunas. La
toma de medicamentos dañinos para la mucosa debería de intentar
reducirse, tal vez intentando durante el periodo de recuperación
de la gastritis recurrir a tratamientos alternativos y en cualquier caso
revisando para un futuro la toma de analgésicos, a ser posible sustituyéndolos
por otros menos dañinos. |
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