Este
problema se refiere a la pérdida de orina sin que exista posibilidad
de controlar esa expulsión de líquido. Puede suceder por
ejemplo cuando por algún movimiento se contrae el abdomen o bien
antes de poder evacuar en el aseo.
Es común el problema de incontinencia en ancianos, tanto en hombres
como en mujeres, aunque en el caso de las mujeres puede aparecer a edades
más tempranas.
Los orígenes de la incontinencia son muy diversos y entre si pueden
tener muy poco en común.
En el caso de las mujeres se puede deber a ciertos cambios que se producen
durante los embarazos y el nacimiento de los bebés. Lo que sucede
es que la uretra se hace más corta y se pierde soporte muscular.
En los hombres puede deberse a obstrucciones en las vías urinarias,
tumores o alteraciones en la musculatura en la uretra.
Tanto en hombres como en mujeres la incontinencia puede ser debida a enfermedades
neurológicas como el Alzheimer o la demencia senil.
La prevención puede ser de ayuda siempre que exista obesidad y
se baje de peso o en el caso de que se realice una correcta higiene genital
y no se abuse de bebidas alcohólicas.
En ocasiones la única solución para solucionar la incontinencia
es la cirugía a la cual tal vez no quede más remedio que
recurrir si se producen por esta causa repetidas infecciones urinarias.
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