Los minerales forman parte de nuestro organismo tanto en procesos vitales fundamentales como en la misma constitución de la estructura de nuestro cuerpo.
El aporte de estos minerales se realiza mediante los alimentos.

Así por ejemplo el calcio forma parte indispensable de nuestros huesos y cuando en estos se pierde más calcio del que vuelve a depositarse lo que sucede es que el hueso se descalcifica y nos encontramos con los problemas más o menos comunes en personas de edad avanzada debidos a la osteoporosis. El hueso se vuelve muy frágil y resulta fácil que llegue a romperse.
Pero además la carencia de calcio puede producir insomnio y nerviosismo.

El cromo es un mineral que en nuestro cuerpo resulta indispensable para el metabolismo de las grasas y de la glucosa y por lo tanto su papel es muy importante en las enfermedades diabéticas y cardiacas.

El potasio tiene una labor primordial en la normalización de la tensión sanguínea y además es necesario en la formación de varias enzimas. Los estados en los que se produce falta de potasio se caracterizan por debilidad general, estreñimiento, flatulencias, etc.

El silio contribuye a la estimulación de la digestión y es de gran utilidad en la regulación tanto del estreñimiento como de la diarrea.