Es
un padecimiento muy frecuente ya que el 2% de la población lo sufre.
Hasta la edad de cincuenta años las mujeres tienen tres veces más
probabilidades de padecer reumatismo articular que los hombres sin embargo
a partir de esta edad se van igualando las probabilidades de padecer esta
enfermedad entre ambos sexos.
Los síntomas del reumatismo articular son:
- En una primera fase se produce un cambio en la membrana que cubre el
interior de la cápsula de la articulación y que produce
el líquido sinovial. Se engrosa la membrana y se produce una mayor
cantidad de líquido sinovial, como consecuencia se siente dolor
y se inflama la articulación.
- El tejido conectivo crece dentro de la cavidad de la junta destruyéndose
el cartílago y el tejido óseo que se encuentra debajo. Si
la enfermedad sigue evolucionando el tejido cicatricial se puede llegar
a convertir en tejido óseo causando la inmovilización de
la articulación.
El reumatismo articular suele comenzar con cansancio, sensaciones de hormigueo
en los dedos, pérdida del apetito, etc. Por las mañanas
se suele notar rigidez, dolor y movilidad limitada.
El tratamiento lo que pretende es detener la inflamación y aliviar
los dolores propios de este reumatismo.
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