Es
la inflamación de los tendones y del revestimiento que los recubre
aunque en ocasiones sólo se produce el proceso inflamatorio de
los tendones.
Al ser parte fundamental de los movimientos ya que forman parte de la
unión entre los músculos y los huesos cuando se produce
su inflamación los movimientos resultan dolorosos y se ven dificultados.
Las zonas que se ven más afectadas por tendinitis son las rodillas,
los talones, los codos o los hombros, casi siempre cuando se ven expuestas
a algún tipo de sobreesfuerzo o posturas repetidas y poco favorecedoras.
Para el tratamiento de la tendinitis se recomienda reposo y no forzar
los tendones afectados. Como tratamiento médico se suele recetar
antiinflamatorios e incluso corticoides que se inyectan en el tendón
dañado.
Los vendajes apretados también puede proporcionar alivio y evitan
movimientos bruscos que causen dolor.
La aplicación de hielo también puede ser de ayuda para que
remita la inflamación y el dolor más severo.
Es aconsejable como medidas de prevención no tener sobrepeso y
siempre que se realice ejercicio físico procurar realizar un calentamiento
adecuado sin forzar demasiado.
Las posturas incorrectas en el trabajo son otro factor de riesgo que hay
que considerar, en especial si se acompañan de un esfuerzo físico
debido al movimiento de objetos pesados.
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