Blog dedicado a la salud y las enfermedades
El bronceado es el resultado de distintas reacciones defensivas que terminan alterando las estructuras cutáneas. Por eso, tras las vacaciones es necesario una profunda recuperación, para devolverle a la piel su suavidad y elasticidad natural.
Durante el verano pasamos más tiempo al aire libre y expuestos a factores ambientales que inciden negativamente sobre nuestra piel dañándola y haciéndola ver más seca y áspera.
Después de las vacaciones, la piel está deshidratada y engrosada. El sol, el cloro de las piscinas, el aire acondicionado y la sal marina hacen que la capa córnea (la más superficial de la epidermis), como mecanismo de defensa, se ponga más gruesa y pierda su nivel de humectación natural. En este sentido, un plan de acción con cuidados intensivos y de reparación inmediata resulta imprescindible para lucir una piel sana y tersa.
Y el primer paso para recuperar la suavidad consiste en intensificar los métodos de hidratación con cremas corporales y otros consejos que le ofrecemos…
Higiene
Limpie la piel de su cuerpo con jabones con poco o sin perfume, y sin detergente. Los mejores son los cremosos.
Hidratación
• Use cremas y emulsiones corporales todos los días.
• Evite las cremas de texturas grasas o pesadas.
• Aplíquelas después de la ducha o el baño, ya que la piel está más propensa a recibir los nutrientes y vitaminas de los productos cosméticos.
Exfoliación
• Realice la exfoliación con una frecuencia semanal o cada 10 días. Luego humecte.
• Utilice productos especiales para exfoliar: contienen micropartículas que actúan arrastrando las células muertas.
• Uselos durante el baño o inmediatamente después de la ducha, con la piel húmeda.
• Aplíquelos con masajes circulares ascendentes. También puede exfoliar con guante o manopla.
• No frote la piel hasta enrojecerla: la eficacia de un exfoliante no depende de la fuerza con que se aplique sino de la regularidad en su uso.
Alimentación
• Lleve una dieta basada en frutas y verduras: ambas tienen gran cantidad de agua, y ésta es muy útil para mantener la piel hidratada.
• Consuma diariamente dos o tres frutas de distintos colores, ya que todas proveen sustancias importantes.
• Coma frutas y verduras que aporten vitamina C, un antioxidante presente en los cítricos y frutos rojos.
• Consuma también las de color amarillo y naranja, que tienen betacaroteno, beneficioso para las estructuras epiteliales.
• Incluya en su dieta proteínas
• Beba al menos dos litros de agua por día.
• Tome té verde y todo tipo de jugos frutales
• Evite la sal para disminuir la retención de líquidos.
Descanso
• Duerma 7 u 8 horas por día durante las horas de sueño la piel recibe más afluencia de sangre, oxigenándola en mayor medida.
Actividad física
• Realice actividad física regularmente ya que ayuda a oxigenar las células de la piel.
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