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El Agua, elemento vital (Parte II)

11 August, 2009

El agua en movimiento
En condiciones de reposo o en actividades cotidianas la cantidad de agua que hay dentro del cuerpo se mantiene constante. Esto significa que la cantidad que se consume es igual a la que se expulsa. De la cantidad que se consume la mayor parte se obtiene de los líquidos que se beben, alrededor del 30% se obtiene de los alimentos y un 10% lo produce químicamente el mismo organismo.
Se estima que en promedio se deben tomar alrededor de 33 mililitros de agua por kilogramo de peso corporal, esto significa que una persona de 70 kilos debería tomar al menos 2 litros y medio de agua al día.
Para mantener el equilibrio, el organismo pierde agua de cuatro maneras:
• Por la evaporación desde la piel: como ésta es permeable al agua, se difunde hacia la superficie donde se evapora al ambiente.
• Por la evaporación desde el sistema respiratorio, donde los gases que se respiran son constantemente humidificados al pasar por las vías respiratorias.
• A través de los riñones, la forma con la cual se pierde la mayor cantidad de agua, un 60 %.
• El resto del agua se elimina desde el intestino grueso. Al realizar ejercicio la perdida de agua se acelera en el organismo, el cuerpo aumenta su temperatura y para compensar esto aumenta la sudoración. Si no hay un equilibrio entre el agua perdida y el agua recuperada, se genera la deshidratación y con ello el aumento de la presión arterial, un aumento de la frecuencia cardiaca al tiempo que aumenta la temperatura corporal y disminuye el flujo de sangre hacia los músculos y la piel. En este proceso de deshidratación se pierden muchos minerales, elementos esenciales.

Aunque pueden variar las cantidades y los minerales que se encuentran en el agua, la mayoría son:
• Calcio: es el mineral más abundante del cuerpo humano, se encuentra en los huesos y dientes. Es necesario para la actividad muscular y función nerviosa; también para la coagulación de la sangre.
• Cloruros: favorecen al equilibrio ácido base a la sangre, producen el ácido clorhídrico en el estómago y ayudan al hígado a eliminar tóxicos.
• Magnesio: imprescindible par ala asimilación de la vitamina C. se lo llama el mineral antiestrés; interviene en muchas reacciones orgánicas.
• Potasio: regula el equilibrio de agua del cuerpo y participa en la contracción del músculo cardiaco. Ayuda a la buena circulación sanguínea.
• Fluor proporciona fuerza en los dientes y previene las caries.

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