Blog dedicado a la salud y las enfermedades
Esta sabrosa y jugosa fruta esta compuesta en su mayoría por agua y contiene poca cantidad de azúcares; por lo tanto, menos calorías.
Por su aporte en potasio, vitamina C, carotenoides y otros nutrientes constituye una buena alternativa para reponer los minerales y los líquidos perdidos después de la actividad física, y para potenciar las defensas naturales del organismo.
En los tratados de medicina china se la un alimento idispensable y de primer orden, por su importante aporte nutricional. La pulpa de las mandarinas contiene vitamina C, vitamina B, ácido cítrico, azúcar reductora y carotenos. Su piel tiene aceite volátil y glucósido; y sus semillas, aceites grasos, proteínas y sustancias amargas.
Además, debemos recordar que tiene propiedades broncodilatadoras y antiinflamatorias adecuadas en el tratamiento de úlceras; ayuda al intestino y la digestión.
Deliciosa y terapéutica
• Su sabor dulce y poco ácido, junto a la suavidad de su pulpa, la convierten en uno de los cítricos más populares y favoritos del mundo.
• Aunque aporta menos vitamina C que otros cítricos, sigue siendo una fuente excelente de esta vitamina.
• Se sabe que la vitamina C ejerce una evidente acción antiinfecciosa, estimulando la formación de anticuerpos y la actividad de los fogocitos (célula capaz de englobar microbios y células extrañas que son destruidos en su interior).
• Contribuye en el tratamiento de las enfermedades infecciosas y las inflamatorias crónicas, como el reuma, enfermedades en las cuales se debe disminuir la cantidad de esta vitamina en el plasma, por lo que es interesante que en estos casos, se asegure su aporte, por ejemplo, por medio del consumo de mandarina.
• Otras sustancias en las que los requerimientos aumentan son: tabaquismo, alcoholismo, empleo de ciertos medicamentos, embarazo y lactancia, estrés emocional o ambiental y la práctica intensa de deportes.
• Para el resto de las personas, comerlas puede reportar más beneficios durante los meses invernales y en los cambios estacionales, cuando son frecuentes los altibajos en el sistema de defensas y se es propenso a contraer catarros o infecciones.
Componentes nutricionales
• El componente mayoritario en las mandarinas es el agua y, respecto a otras frutas de su género, aporta menor cantidad de azúcares y por ello, menos calorías.
• De su multiple contenido vitamínico sobresalen la vitamina C, en menor cantidad que la naranja, el ácido fólico y la provitamina A, más abundante que en cualquier otro cítrico.
• La cantidad de fibra presente en toda la fruta, es significativa, y se encuentra sobre todo en la parte blanca, entre la pulpa y la corteza, por lo que su consumo favorece el transito intestinal, y a las personas que padecen constipación.
• También contiene cantidades destacadas de ácido cítrico, potasio y magnesio. En menor proporción se encuentran ciertas vitaminas del grupo B y minerales como el calcio, de menor aprovechamiento del que proviene de los lácteos u otros alimentos que son fuente de dicho mineral.
Cómo actúan cada uno de sus nutrientes en beneficio de nuestro organismo…
• La provitamina A, o beta caroteno, se transforma en vitamina A en nuestro organismo conforme éste lo necesita. Dicha vitamina es esencial para la visión, el buen estado de la piel, el cabello, las mucosas, los huesos y para el buen funcionamiento del sistema inmunológico.
• La vitamina C interviene en la formación de colágeno, huesos y dientes, glóbulos rojos y favorece la absorción del hierro de los alimentos y la resistencia a las infecciones. Ambas vitaminas, cumplen además la función antioxidante.
• El ácido cítrico posee una acción desinfectante y potencia la acción de la vitamina C.
• El ácido fólico interviene en la producción de glóbulos rojos y blancos, en la síntesis del material genético y la formación de anticuerpos del sistema inmunológico.
• El potasio es un mineral necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso y para la actividad muscular normal, interviene en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula.
Más información sobre esta deliciosa fruta:
1. Para las embarazadas: por su abundancia de ácido fólico o folfatos, vitamina imprescindible en los procesos de división y multiplicación celular que tiene lugar en los primeros meses de gestación, su consumo resulta adecuado, para las mujeres embarazadas para prevenir la espina bifída, alteración en el desarrollo del sistema nervioso (tubo neural) del feto.
2. Diurético natural: el elevado contiendo de agua, potasio y ácido cítrico (alcaliniza la orina, ayuda a combatir infecciones y potencia la acción de la vitamina C), convierten a las mandarinas en frutas con efecto diurético, beneficioso en caso de hiperuricemia o gota y litiasis renal (favorece la eliminación de ácido úrico y sus sales).
3. Hipertensión e insuficiencia renal: por su elevado contenido en potasio y bajo en sodio, resultan muy recomendables para aquellas personas que sufren hipertensión arterial o afecciones a los vasos sanguíneos y corazón. No obstante, las personas que padecen de insuficiencia renal y que requieren de dietas especiales controladas en este mineral, deberán tener en cuenta el consumo de mandarinas. También es aconsejable el consumo en personas bulímicas y aquellas que consumen diuréticos ya que pierden potasio.
4. Frente a la anemia: en caso de anemia ferropénica, es muy útil consumir mandarinas acompañando a los alimentos ricos en hierro o a los suplementos de este mineral, ya que la vitamina C que aporta aumenta la absorción de hierro y esto acelera la recuperación.
5. antioxidante: es una de las frutas que más carotenoides presenta; aporta beta-criptoxanina y beta-caroteno en cantidades sobresalientes. Estos proporcionan a la mandarina propiedades fisiológicas. Los antioxidantes combaten la acción de los radicales libres, sustancias responsables del desarrollo de enfermedades cardiovasculares, degenerativas y cáncer.
6. Anti estreñimiento y quita hambre: la mandarina es fuente natural de fibra, esencial para combatir el estreñimiento. También estimula la movilidad intestinal, por el consumo de la pulpa blanca que hay debajo de la piel y entre los gajos, que no conviene desechar. Esta sustancia, asimismo favorece el tránsito del contenido fecal a lo largo del colon, abreviando el tiempo de contacto entre sustancias nocivas y la pared del aparato digestivo, ayuda a disminuir la absorción de grasa y colesterol.
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