Las
alergias se pueden considerar como una respuesta desmedida de nuestro
organismo a determinadas sustancias. Sería por lo tanto una reactividad
inmunológica alterada la que lleva a nuestro cuerpo a situarse
ante dichas
sustancias como si recibiese un ataque del cual tiene que defenderse a
toda costa.
Realmente esas sustancias no deberían de producir ningún
tipo de reacción anómala ya que forman parte de nuestro
entorno sin que podamos considerar que su presencia pueda ser una agresión
contra nuestra salud.
A pesar de esto las alergias son muy frecuentes hoy día y probablemente
estén en aumento debido al tipo de vida moderna.
Los principales tipos de alergias que podemos encontrar son:
- Alergia a ciertos alimentos que impiden su consumo ya que en caso contrario
la persona alérgica podría poner en peligro su vida. Es
el caso por ejemplo de las alergias a los frutos secos.
- Alergia a determinados metales, en especial al níquel que es
un metal al cual se puede ser alérgico con facilidad. El níquel
se se encuentra sobre todo en aleaciones de metales no nobles y en aleaciones
de oro bajo.
- La alergia al polen es otra de las más comunes. Presente en cada
primavera cuando los niveles de polen son más elevado.
- La alergia a los ácaros del polvo también suele ser muy
frecuente entre los alérgicos.
- La alergia a ciertos animales, por ejemplo a perros o gatos puede hacer
intolerable su presencia en cualquier casa donde viva un alérgico.
- La alergia a las picaduras de insectos, por ejemplo a la picadura de
avispas o de abejas.
Podemos encontrar tratamientos para la alergia tanto en la medicina tradicional
como por ejemplo en la homeopatía.
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