Blog dedicado a la salud y las enfermedades
“La sexualidad es una función del organismo como cualquier otra. De ahí, la importancia de tratarla en caso de que exista alguna disfunción”
El deseo sexual está sostenido químicamente por la testosterona, la hormona del deseo que también impulsa hacia todos los comportamientos activos de una persona. A veces, un paciente dice “no tengo orgasmos” y en realidad, el punto de partida esta en la ausencia de deseo. Aunque, a la inversa, también la falta de deseo. Aunque, a la inversa, también la falta de deseo puede estar originada en la anorgasmia, porque si el paciente sabe que el orgasmo no va a suceder, piensa generalmente ¡para qué va a desear tener una relación sexual!.
La opción medica para esta patología presente tanto en hombre como en mujeres:
“Primero, debe hacerse una investigación clínica con estudios de sangre y orina para ver como funciona el hígado, como se encuentra el perfil hormonal del paciente y verificar si existe hipercolesterolemia o si hay hipotiroidismo, diabetes u otra patología sistémica que puede afectar la función sexual.
Si se comprueba que el problema tiene relación con estos aspectos, se debe solucionar la patología sistémica en primera instancia, si es necesario, recurriendo a un tratamiento interdisciplinario con los especialistas correspondientes. Luego del diagnostico preciso viene la etapa de tratamiento. En esa instancia y luego de corregido el hipotiroidismo o las demás afecciones antes citadas se puede administrar testosterona, DHEAS, tibolona o terapias de reemplazo hormonal, si la paciente es mujer, y se encuentra en la etapa del climaterio o se prevé regular la prolactina con cabergolina u otro medicamento, dado que la prolactina alta también contribuye a la reducción del deseo sexual.
Publique su comentario
Usted debe de registrarse para escribir un comentario.