Picadura de medusa

Inflamación, picor, diarreas, vómitos y dolor intenso son algunos de los síntomas que podemos tener si hemos sido picados por un animal de este tipo. Por ello, para poder sentir cierto alivio tenemos al alcance de la mano el recurrir a los siempre efectivos remedios caseros. Entre los mismos se encuentran los dos siguientes:

Una de las técnicas más efectivas es aplicar sobre la picadura vinagre rebajado al 50%.

Aunque pueda parecer muy singular también es muy efectivo aplicar sobre la zona que tenemos afectada alguna bebida de cola y es que esta cuenta con unos compuestos que alivian tanto el picor como el dolor o la inflamación.

Asimismo, además de ello tenemos que tener muy presente que dicha picadura debe ser lavada con agua con sal pero sin frotar ni rascar, y que se debe enfriar la zona durante al menos quince minutos. Y, por supuesto, acudir, siempre es necesario, al médico.

Broncearse

Veamos, por tanto, los seis diferentes fototipos que existen:

Fototipo I. Piel blanca, pecas y ojos azules son las señas de identidad de las personas que se enmarcan bajo esta clasificación. Pueden sufrir importantes quemaduras solares, por eso, ya que no tomarán nunca color lo que deben hacer es utilizar un bloqueador solar igual o superior al 40.

Fototipo II. Quienes pertenecen a este tipo se definen por tener una piel blanca, por quemarse fácilmente y por enrojecerse. Por ello la precaución es usar un bronceador con protección alta, entre el 25 y el 40.

Fototipo III. Son personas de la llamada raza caucásica. Deben usar un bronceador con protección media, es decir, entre 15 y 25.

Fototipo IV. En ella se engloban quienes tienen pelo y ojos oscuros y una piel blanca o con cierto color marrón. Se queman si están mucho tiempo al sol y deben usar un bronceador con protección baja (8-15).

Fototipo V. Tienen la piel amarronada y rápidamente consiguen tomar color. En este caso la recomendación es que apuesten por un bronceador con protección baja (4-12).

Fototipo VI. En esta categoría se incluyen quienes pertenecen a la raza negra. No se queman nunca y deben usar un bronceador con protección de 2 a 4.

Por ello, es muy importante protegernos convenientemente del sol a través, por ejemplo, de una serie de remedios naturales y caseros tales como la ingesta de té verde. Y es que dicha infusión protegerá nuestra piel  tanto del cáncer como del citado envejecimiento.

Bronceado

De la misma forma, esos objetivos también los consiguen los tintos de verano, el mosto, el gazpacho o los zumos de manzana y de ciruela. Y es que todos estos alimentos cuentan con unos importantes niveles de flavonoides.

En cuanto a productos que podemos extender sobre nuestro cuerpo para protegernos convenientemente de los perjuicios que causan los rayos del sol se encuentran el aceite bronceador de Karité, la loción de caléndula para después de la exposición pues contribuye a refrescar e hidratar, o el aloe vera que es perfecto para prevenir quemaduras.

Fumadora

Así, por ejemplo, es muy aconsejable aumentar el número de alimentos que les ofrecen vitaminas A y C que son las que el tabaco malgasta. En este sentido, lo más recomendable es, a diario, ingerir un kiwi, una naranja, zanahorias o una ensalada.

De la misma manera, entre los consejos más frecuente que se realizan para lograr que la piel siga tan resplandeciente como siempre es interesante llevar a cabo la ingesta de alimentos ricos en hierro que conseguirán que el oxígeno llegue a aquella. Entre los más importantes se encontrarían las legumbres, la carne roja o las verduras que tienen hojas verdes.

Finalmente, a estos dos consejos establecidos queremos añadir otro más. Y es que para conseguir evitar que el tabaco elimine las fibras que se dedican a mantener firme la piel, nada mejor que consumir manzanas, legumbres, calabaza o cereales integrales.

Quemaduras

Ante este hecho es fundamental que se siga una serie de recomendaciones para evitar no dañar más la piel y ocasionar lesiones que compliquen la recuperación. Aquí les dejamos algunos de los consejos más básicos y prácticos a seguir durante los días siguientes al accidente:

Una de las normas a cumplir es vigilar en todo momento el estado de las quemaduras para ver como van evolucionando. Así, si en un plazo de quince días, aproximadamente, aquellas adquieren tonos rojizos o verdosos o bien se calientan es necesario acudir a un médico.

Es fundamental que quien haya sufrido el accidente y cuente con la quemadura se hidrate convenientemente pues es una manera de contribuir a la curación. Las bebidas más aconsejables son agua y zumos de frutas.

Y recuerde, sobre todo, nunca reviente las ampollas que aparecen porque al hacerlo lo único que se consigue es favorecer que pueda aparecer una infección.

Verruga en la mano

Muchos son los tipos de verrugas existentes y en función de unas u otras se aplicará un tratamiento u otro también. Analicemos las más importantes o frecuentes:

Común. Allí donde la piel se ha agrietado es donde hace acto de aparición esta excrecencia que adquiere la forma de un bulto con una superficie áspera. Crece sin causar ningún tipo de dolor.

Del pie. Un papiloma es el otro nombre que frecuentemente se le da esta verruga que suele crecer en la parte interior del pie, que es muy blanda y que tiene un color distinto al tono de nuestra piel.

De agua. En racimos es frecuente que aparezcan estos bultos antiestéticos que son blancos o translúcidos y que están causados por un poxvirus.

Verrugas en el cuello

Plana. La irritación a la que sometemos la piel tras la depilación es la culpable de que aparezcan verrugas de este tipo, fundamentalmente en las piernas de las mujeres o en las barba de los hombres.

Las lisas, las genitales, las filiformes o las de en mosaico son otros de los tipos en los que se clasifican estas excrecencias siendo las más habituales las del pie y las comunes.

De persona a persona es como se transmite esta mencionada enfermedad que se manifiesta a través de diversas erupciones por todo el cuerpo, las cuales se caracterizan porque provocan en quien las sufre un intenso picor.

La varicela y sus erupciones

Algunos consejos para paliar en la medida de lo posible esta picazón son los siguientes:

Evitar exponerse al sol porque este aumenta el mencionado picor.

Usar ropa fresca de algodón.

Tomar un baño cada ocho horas, de no más de un cuarto de hora, de agua templada a la que se le haya añadido una taza de bicarbonato de sodio.

Aplicar sobre la piel paños húmedos y frescos durante cinco minutos. Esta acción se puede llevar a cabo todas las veces que sea necesario o que se estimen oportunas.

Hervir en medio litro de agua, aproximadamente, un puñado de guisantes. Una vez elaborado, lavar nuestro cuerpo y en concreto las partes del mismo que tengan las erupciones de la varicela porque evitará que ellas se irriten.

Guisantes, productos para un baño contra el picor

Tomar un baño con agua templada en la que, de manera previa, hayamos añadido una taza de vinagre de sidra. De esta forma aliviaremos el picor de la varicela.

La piel, el pelo o las uñas son las zonas de nuestro cuerpo que más se ven afectadas por esta infección, que en verano es bastante patente, para la cual existen diversos remedios caseros que persiguen acabar con ella.

Hongos en diversas partes del cuerpo

Entre los más importantes se encuentran los siguientes:

Elaborar un preparado con agua, limón, ajo y romero que se deberá dejar hervir durante diez minutos. Con él lavaremos a diario las partes afectadas por los incómodos hongos.

El yogur está considerado como uno de los mejores remedios naturales contra esta infección, dado el conjunto de fermentos y bacterias de tipo benigno con las que cuenta. Por ello se recomienda untar con yogur natural las partes de nuestro cuerpo que tengan esa infección, que después deberán ser convenientemente lavadas y secadas.

Yogurt natural, perfecto remedio contra los hongos

En el caso de que los dichosos hongos hayan afectado a  nuestras uñas muchos son los productos de nuestra vida cotidiana que podemos usar para curarlos como son el ajo, la sal o el vinagre de manzana. Lavando nuestras uñas con ellos acabaremos con la infección que nos molesta.

La mezcla de aceite de ricino y limón o el cloro diluido son otras de las medidas caseras que podemos tomar para decirle adiós a estos molestos hongos.

Productos en farmacia hay muchos pero también se puede recurrir a un amplio número de remedios tradicionales para acabar con los granos y espinillas.

Acné juvenil

A continuación les damos a conocer los más típicos:

Aplicar sobre el acné en varias ocasiones durante el día la pulpa de aloe vera.

Pelar un pepino, cortarlo en rodajas muy finas y luego bañarlo en ron. Lo dejaremos aplicar durante veinte minutos, aproximadamente, en los granos.

Frotar las zonas afectadas por el acné con ajo varias veces al día.

Antes de irnos a dormir, lavarse la cara con agua clara y aplicar dentífrico o pasta de dientes sobre los granos  y espinillas. Lo mantendremos durante toda la noche.

Exprimir un limón y algunas de sus gotas echarlas sobre la parte de nuestro rostro que queramos que deje de tener acné.

Mojar un bastoncillo en alcohol y luego aplicarlo directamente sobre los granos. Este producto nos ayudará a secarlos con rapidez. Este remedio sólo se puede usar una vez al día.

Aplicación de tratamientos para el acné

Realizar una pasta con vinagre diluido de sidra de manzana y bicarbonato de soda. Proceder luego a extenderla por la zona donde hay acné y finalmente lavarla con agua.

La piel de una naranja, la raíz de consuelda, diente de león o té de salvia son otras de las fórmulas caseras que existen para acabar con el conocido acné juvenil.

Cabello con caspa

Diversos tratamientos y productos (champús, lociones, ampollas,…) son los que existen para prevenir e intentar corregir este incómodo problema. No obstante, también nos encontramos con una serie de remedios caseros, transmitidos de generación en generación, que intentan conseguir lo mismo. Entre ellos destacan los siguientes:

El zumo de un limón fresco recién exprimido es una de las opciones que existen para el problema de la caspa. En esta ocasión, este debe aplicarse al cabello en el momento en el que nos estamos enjuagando el champú.

Las raíces de la remolacha también son aplicables y en concreto deberemos hervirlas en agua y el líquido resultante nos lo aplicaremos, mediante suaves masajes, sobre el cuero cabelludo todas las noches.

El aceite de almendra es otra de las opciones existentes para prevenir la caspa. En este caso cogeremos una cucharada de dicho aceite y mediante un algodón lo aplicaremos a nuestro citado cuero cabelludo. Después, nos colocaremos un gorro de plástico y permaneceremos así durante media hora. Una vez transcurrido ese tiempo se lava el pelo. Este tratamiento para que sea efectivo sólo debe aplicarse una vez por semana.

Aceite de almendras, remedio contra la caspa

La pulpa del aguacate, el apio o tomillo seco hervido son otros de los productos caseros que pueden ser utilizados en pro de nuestro cabello para ponerle fin a la molesta y antiestética caspa.