Sintomas y remedios

El vaginismo es una afección más extendida de lo que, en principio se podría pensar. Se define como la imposibilidad que tienen algunas mujeres de realizar el acto sexual ya que se produce una contracción involuntaria de los músculos que conforman el tercio inferior de la vagina.

Muchas son las causas que pueden producir este hecho y básicamente la gran mayoría son de tipo psicológico. Entre ellas se encontrarían abusos sexuales, experiencias dolorosas en la visita del ginecólogo, miedo al embarazo o a contraer enfermedades,…

El vaginismo suele clasificarse en dos categorías:

Primario. Este se produce cuando la fémina nunca ha podido llevar a cabo relaciones sexuales mediante la penetración. En muchos casos suele ocurrir que la mujer no supiera que padecía esta afección y lo descubra en el momento que comienza su actividad sexual.

Secundario. Este segundo tipo se produce cuando, de repente, una fémina que ha tenido experiencias sexuales con penetración vaginal se siente incapaz de poder volver a tenerlas.

Es necesario recalcar que toda mujer que padece vaginismo puede disfrutar de juegos sexuales y llegar al orgasmo mediante cualquier forma que no sea el coito.

El tratamiento para solucionar este fenómeno requiere, ante todo, no sólo una terapia personalizada sino también física y psicológica pues, como decíamos anteriormente, en la mayoría de los casos la raíz de la afección está en miedos o difíciles situaciones emocionales.

También es cierto que muchas féminas que padecen vaginismo prefieren dejar a un lado el sexo antes de llevar a cabo un tratamiento para resolverlo.

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