Sintomas y remedios

Una de las urticarias más singulares que puede sufrir una persona es la que se conoce como dermografismo o urticaria facticia, que se define como aquella que se produce a partir de agentes externos y que supone que el afectado sufra de inflamación, eritema o prurito cuando se presiona sobre su piel.

En concreto, para que todos lo entendamos, es la que trae consigo que cualquier presión o dibujo que se haga sobre la piel de alguien se traduzca en una inflamación de color rojizo que parece mostrarse como si se hubiera escrito en la citada piel.

El proceso en sí es el siguiente: zona enrojecida, a continuación la misma empieza a aumentar su superficie y relieve, y finalmente aparece la hinchazón como tal.

A día de hoy se han establecido todavía por completo las causas que pueden originar dicha urticaria, no obstante, sí se sabe a ciencia cierta que en ella ejerce un papel fundamental la histamina que es un mediador inflamatorio que está relacionado con la hipersensibilidad y las distintas alergias.

Puramente molesto, más que un auténtico problema para la salud de las personas, es el dermografismo que puede clasificarse según su gravedad en:

• Simple Inmediato.
• Secundario, que es aquel en el que por sí mismo desaparece a los pocos días o meses.
• Secundario unido a una urticaria crónica, que desaparece cuando lo hace ella.
• Secundario unido a urticaria pigmentosa.
• Asociado a una urticaria colinérgica.
• Retardado. Este es el que aparece a los pocos minutos de que se produzca el rascado, desaparece entorno a la media hora y vuelve a aparecer a las horas con sensación de quemazón para luego remitirse en las 48 horas siguientes.

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