Sintomas y remedios

Preocupaciones, miedos, enfermedades de tipo cardiovascular, traumas psicológicos, estrés o diversas cuestiones genéticas son algunas de las razones que traen consigo que una persona sufra de ansiedad. Eso se refleja en síntomas tales como el insomnio, los mareos, respiración entrecortada, dolores musculares, tics, dolores de cabeza, palpitaciones fuertes, boca seca…

Ansiedad

Cuando una crisis de ansiedad es grave siempre hay que acudir a un hospital para que el médico sea el encargado de realizar un estudio al paciente y establezca el correspondiente tratamiento. Sin embargo, cuando tiene lugar de forma moderada puede paliarse mediante el uso de una serie de consejos, entre ellos estarían los siguientes:

• Uno de los trucos más habituales y efectivos es tomar una infusión de hojas de naranjo pues es un magnífico sedante.
• El mantener una conversación con un familiar, con la pareja o un amigo es una de las mejores maneras para relajarse y disipar la tensión acumulada.
• Dar un paseo por zonas naturales y sin bullicio.
• Escuchar música suave.
• Evitar en la medida de lo posible el consumir bebidas con contengan cafeína así como tampoco chocolate negro.
• Apostar por incluir en la dieta productos como las frutas, las verduras, las legumbres o el yogurt.
• Descansar muy bien, incluso apostar por realizar pequeñas siestas todos los días.
• Y, por supuesto, desarrollar diversas técnicas de relajación.

Ocinum basilicum es el nombre en latín de la hierba aromática conocida como albahaca, que tiene su origen en países asiáticos hace más de 5.000 años.

Una planta que tiene un papel importante en el ámbito de la salud pues se puede usar para acabar con diversas dolencias.

Dado su carácter sedante, es muy utilizada en infusión para acabar con estados de ansiedad, de gran irritabilidad o de somnolencia. Para aquellos a los que esta bebida les resulte algo amarga pueden endulzarla con un poquito de miel de azahar.

Albahaca

Otra de las principales propiedades que tiene la albahaca es su carácter relajante desde el punto de vista muscular. Por ello, el aceite de esta planta es muy recomendable aplicarlo cuando tenemos alguna contractura en la espalda, en las cervicales o incluso en el cuello.

¿Para qué es buena también la hierba que nos ocupa? Para ponerle fin a los molestos gases. Gracias a ella lograremos expulsar estos que nos provocan malestar.

Infusión de albahaca

Desde el punto de vista del estómago también es muy recomendable para facilitar el proceso digestivo y para ello se puede consumir en cápsulas que incorporen también menta, orégano o canela.

El último beneficio destacable de este producto que nos ocupa es que funciona como repelente para los mosquitos. Para conseguir que estos insectos no nos piquen nada mejor que refregar nuestro cuerpo con unas ramas de dicha hierba.

La ansiedad, ya sea por situaciones profesionales o personales, es un mal cada vez más frecuente en la sociedad quizás debido al ritmo de vida estresante que llevamos.

Persona con ansiedad

Para contrarrestarla, prevenirla o ayudar en su control existen un amplio número de hierbas que nos pueden servir en este sentido si las tomamos en infusión. Estos son algunos ejemplos:

La Valeriana es una de las infusiones más habituales en el intento por hacer frente a la citada ansiedad y, en concreto, a algunos de sus síntomas como son el estrés, las palpitaciones o los vómitos.

Igualmente efectivo es el uso de las infusiones de albahaca, eso sí sin excederse porque puede producir somnolencia. Un par de tazas al día de esta hierba será más que suficiente.

La melisa es uno de los remedios caseros más utilizados cuando se intenta acabar con cualquier tipo de alteración del sistema nervioso. En este caso, con tres tazas al día bastará.

Infusión de tila

A tranquilizarnos nos ayudará la infusión de lavanda o espliego que intentará acabar también con situaciones de irritabilidad o mal humor. Se recomienda tomar dos tazas al día.

Indudablemente si hay una infusión que contribuya a calmar nuestro nerviosismo esa es, sin duda alguna, la tila.

Según el estado emocional de cada persona variará el número de infusiones de esta hierba que podremos tomar al día pero suele ser recomendable entre tres y cuatro vasos.