Sintomas y remedios

Esta patología en los huesos provoca un crecimiento mayor en ellos haciendo que estos estén más frágiles y propensos a fracturas.
Asimismo, esta enfermedad que puede hacerse presente en cualquier hueso aunque suele establecerse en la columna, pelvis, piernas y cráneo, trae aparejadas otras como artritis y pérdida de la audición.
Sus síntomas son, dolores en los huesos, hormigueo, fracturas, rigidez articular y daño en los cartílagos de las articulaciones.
Este trastorno crónico no tiene un motivo específico sino que es considerado por los especialistas como una afección que puede ser producto de un virus o una tendencia genética.
En los casos en los que afecta al cráneo, esta afección provoca fuertes dolores de cabeza, y problemas de audición.
En los casos en los que la enfermedad afecta a los huesos de las piernas, es muy probable que el paciente tenga debilidad, inestabilidad, mal formación de sus piernas y deba realizar pasos cortos, toscos y dubitativos.
En la mayoría de los casos, los especialistas emplean remedios, cirugía y ejercicio que permite tener una mejor evolución y calidad de vida.