Sintomas y remedios

Una de las enfermedades que afecta a un elevado número de bebés en todo el mundo es la gastroenteritis, que se produce por contagio y que puede tener como consecuencias la deshidratación en el pequeño. Las consecuencias de dicha patología son no sólo que este experimente una pérdida de peso sino que también aumente de manera palpable el número de deposiciones que realiza diariamente y que tenga fiebre, dolor abdominal o vómitos.

Gastroenteritis en bebés

Por todo ello, es importante subrayar que la gastroenteritis, que de igual forma afecta a adultos, se hace más grave en el caso de los bebés aunque ciertamente si se trata convenientemente no tiene ningún motivo para traer consigo consecuencias peligrosas para su salud.

El llevar a cabo una higiene adecuada en guarderías, centros escolares y ludotecas es una de las precauciones más importantes que tienen que seguirse en aquellos espacios para evitar que los pequeños sufran esta enfermedad que, como hemos citado anteriormente, es contagiosa.

No obstante, si a pesar de esta y otras medidas similares, nuestro hijo se ve afectado por la misma hay que acudir al hospital para que el médico le ponga el tratamiento correspondiente. En este caso, el método más eficaz para acabar con aquella es la ingesta no sólo de agua sino también de medicamentos llamados “de rehidratación oral”.

Y eso sin olvidar que recientemente en nuestro país se ha aprobado la primera vacuna que previene el contagio de la gastroenteritis y que puede ponerse a los más pequeños. En una primera fase se inyectará a partir de las seis semanas de vida y la segunda antes de cumpla las 24 semanas.